SYD Y LA ARMONÍA CELESTIAL:
Nuestro benefactor, Emilio Alonso |
El artículo original de José Ángel González se divide en dos partes. En la primera se introduce el tema de este, Syd en Oseira, aderezándolo más con ambiente que con detalles. La segunda son entrevistas que abarcan décadas, a personas que conocieron a Syd, comentando acerca de su visita y de él mismo. Hasta este punto, no sabemos si todo esto ocurrió. Sólo tenemos el artículo y muchos detalles, y hasta testimonios. Además, hasta este momento no hay ni una sola mención del disco perdido, Spanishgrass (Nonsense Music, 1978).
La investigación del asunto siguió compartida con el Reverendo Felix Atagong y Solo En Las Nubes. Ya conoces la Santa Iglesia de Iggy La Esquimal del Señor Atagong, en la que se profundiza en asuntos pinkfloydianos hasta llegar al fondo del asunto.
La primera parte del texto es la siguiente:
"SYD BARRET BUSCA EN OSEIRA
LA ARMONÍA CELESTE"
LA ARMONÍA CELESTE"
Leopoldo y Graham |
Tal vez esta misma idea
ronda en la mente del otro huésped anual del monasterio: Syd Barret, fundador y
director del grupo Pink Floyd mediada la década de los sesenta. Una de esas
leyendas que periódicamente
convulsionan el mundo del “pop” se refería al prematuro retiro de Barret a un
“monasterio español”, aunque nadie o casi nadie se decidiese a contrastarla
sobre el terreno. Barret, más invernal que Greene, acude a Oseira durante el
mes de diciembre desde 1968.El autor de los dos discos
“mas genuina-mente psicodélicos de la historia del “pop”, tal como afirma John
Peel al hablar de “The Madcap Laughs” y “Barret”, busca cada año en Oseira una
armonía celeste que ni la fama ni el LSD le proporcionaron.
El pueblo es melancólico.
Con esa tristeza especial, honda y cautivadora, que sustenta los cánones de
belleza nórdicos. A pesar de ello, no tiene gran cosa aparte del monasterio,
“el escorial de Galicia”, enclavado en la gran sabana arenosa que rodea las
faldas primeras de Serra do Faro, Maelstron de Oseira y refugio espiritual de
los monjes en sus cíclicos retiros.
Bar "Sabadelle"... (pero de Lugo) |
Esta también el (único) bar,
claro. El “Sabadelle”, un café triste cuyos muros originales, graníticos y
rugosos, fueron encementadas no hace tanto por albañiles escasamente duchos.
Es un triste lugar que no desentona con el paisaje ni con la mirada acuosa de
su dueño, Arcadio Mourin “treinta anos de vida en Galicia y veinte de morriña
en Cataluña”. De sus dos décadas mediterráneas Mourin solo conserva una férrea
repelencia al “pan amb tomaquet” y una, no menos vehemente pasión por el Fútbol Club Barcelona,
evidente en las paredes del “Sabadelle”, cubiertas por banderines “blaugranas”
y fotos de “Lobito” Carrasco. La decoración del bar se complete con calendarios
de ferreterías y bazares de Carballiño y Chantada, clavados junto a algún ajado
pasquín que anuncia”grandes fiestas” en Villamarín. En un pequeño galpón anejo
al “Sabadelle”, recubierto de uralita verde semitransparente, Arcadio Mourin ha
instalado un “salón juvenil" para la mocedad del municipio, que allí se reúne
los sábados por la tarde a jugar en un futbolín de siete bolas a peseta.
Junto
a una pila de cajas de refrescos, en un extremo de la dependencia, reposa la
máquina de discos, una “Wurlitzer”
fabricada en 1966, adornada con cromados abundantes y pintada, como en un guiño hacia la
militancia futbolera de su propietario, de fucsia y azul. La oferta musical de la “rockola”,
renovada de pascuas en viernes por un viajante orensano, representante también
de una conocida marca de galletas, es variopinta pero vulgar. Por un peso usted
puede ambientar musicalmente el lugar con canciones de Georgie Dan, Fuxan osVentos, Azul y Negro, Golpes Bajos, Xoan Rubia o Duran Duran. El tema menos
oído de todo el repertorio de la máquina esta identificado con la letra B y
elnumero7. Raro es el joven que se decide a emplear en él una moneda, tal vez
porque la pequeña cartulina donde están escritos titulo e intérprete es poco
menos que ilegible. Si Arcadio Mourin o permite, el visitante puede abrir la
cúpula plástica de la “Wurtlizer” y examinar el
“single” en cuestión, el único que no proviene de las limitadas existencias del
viajante orensano. Se trata de una edición británica, fechada en 1967, de “See
Emily Play” y “Scarecrow”, dos
canciones interpretadas por el grupo Pink Floyd y escritas por Syd Barret.
José Ángel González
Para los más curiosos
aquí tenéis dos enlaces
En la siguente entrega,
la segunda parte del artículo de
La Naval,
es decir, entrevistas a:
Arcadio Mourin (dueño de el "Sabadelle")
Francisco Gasalla (amigo español de Syd Barrett)
Leopoldo Durán (monje del Monasterio De Oseira)
Joe Boyd
(productor de Pink Floyd)
Kurt Digger (periodista)
Jo Cannon (Técnico de luces de espectáculos)
Robert Wyatt (el mismísimo señor Soft Machine)
y
Rodney Bennett (director de la serie "Monsignor Quixote")