Esta muchacha de Singapur, que no es fan de Syd ni de
Pink Floyd, ni idea tendrá de quién era Mike Leonard ha comprador la casa de la que os habíamos hablado hace poco, y sin verla. Del millón doscientas mil
libras con la que comenzaba la subasta, la ha adquirido por un millón doscientas
mil libras. No está mal.
Y también ha comprador la casa de al lado, sin plan
alguno en mente, por el mismo precio.
Que disfrute usted de sus nuevas viviendas, Sham Masterman… pero que sepa que dice Nick Mason que los instrumentos que allí quedaron no pertenecieron al grupo (ni siquiera el Binson Echorec 2). El enigma del capó del Aston, sigue vivo.
Los Floyd, En Directo en la casa de Mike Leonard |