La persona responsable de las voces distorsonadas al principio de Astronomy Domine, contraataca. Peter Jenner fue el primero en apostar por Pink Floyd. Entre otras cosas, los reclutó al verlos actuar en el Marquee y consiguió que EMI les contratara (con Arnold Layne bajo el brazo). A esto se le llama ser un manager. También fue el primero en apostar por la carrera en solitario de Syd Barrett, produciendo parte de The Madcap Laughs (1968). También fue el último en apostar en él, intentando recuperar la carrera de Syd en las infames sesiones de Agosto de 1974 en Abbey Road.
Si os parece poco, por poner un ejemplo, produjo el primer album de Kevin Ayers, Joy of a Toy, toda una obra maestra.
Fue parte integrante de Blackhill Enterprises (representaron a Marc Bolan, Ian Dury, The Clash, Robyn Hitchcock...) y ayudó a la organización del primer concierto en Hyde Park, con Pink Floyd, Jethro Tull, Traffic y Fleetwood Mac.
Sigue en activo defendiendo los derechos de los músicos (y no de la industria) en una organización llamada Featured Artists Coalition, y parece ser algo parecido a la SGAE española, pero en el buen sentido. El bueno de Peter dio una charla hace unas semanas en Westminster, donde dio una ducha de sentido común a los allí presentes. En resumen vino a decir que el intento de parar la piratería no sólo es inútil sino también ridículamente costoso, y que las leyes que conciernen a los derechos de copia están obsoletos
No te falta razón, Peter.
Si os parece poco, por poner un ejemplo, produjo el primer album de Kevin Ayers, Joy of a Toy, toda una obra maestra.
Fue parte integrante de Blackhill Enterprises (representaron a Marc Bolan, Ian Dury, The Clash, Robyn Hitchcock...) y ayudó a la organización del primer concierto en Hyde Park, con Pink Floyd, Jethro Tull, Traffic y Fleetwood Mac.
Sigue en activo defendiendo los derechos de los músicos (y no de la industria) en una organización llamada Featured Artists Coalition, y parece ser algo parecido a la SGAE española, pero en el buen sentido. El bueno de Peter dio una charla hace unas semanas en Westminster, donde dio una ducha de sentido común a los allí presentes. En resumen vino a decir que el intento de parar la piratería no sólo es inútil sino también ridículamente costoso, y que las leyes que conciernen a los derechos de copia están obsoletos
No te falta razón, Peter.